Las Navidades son unas fechas llenas de tradiciones, dos de ellas son la magia de Papá Noel y/o los Reyes Magos. En los hogares, los niños y no tan niños, esperan deseosos la llegada de éstos.

La familia comenta su labor, su genuina esencia, dejamos agua para los camellos, mazapanes para Sus Majestades… y en ocasiones, encontramos inquietudes y preguntas arriesgadas de compleja respuesta.

Para sentirnos un poco más seguros y tranquilos cuando llegue ese momento, os facilitamos unas indicaciones que os ayudarán a abordar esta situación:

¿Cuándo debemos responder ante preguntas sobre la identidad de Sus Majestades de Oriente o ese rechoncho Papá Noel?

Cuando los niños ya comiencen a preguntar sobre su identidad de forma directa, recurrente, persistente o entre los 9 o 10 años aproximadamente.

La idea es que ya no buscan corroborar su idea anterior, sino realmente saber quiénes son y de dónde proceden… han escuchado habladurías por parte de muchos compañeros y desean averiguar “la verdad”.

Intentad que esta noticia no coincida con las Navidades.

¿Qué podemos decirles?

Podemos aportarles una visión amorosa y empática de esta tradición a través de estas palabras:

“Los Reyes Magos y Papa Noel existieron hace muuchooss muuuchooos años y hacían regalos a los niños en señal del amor que les tenían. Cuando se hicieron mayores enviaron una carta a los padres de todos los niños de tooodooo el mundooo y les pidió tres favores. El primero, que fuesen los papás los que leyesen vuestras cartas y os entregásemos los regalos a los niños ya que ellos ya no podían y era imposible llevarles los regalos a todos los niños del mundo. Los Reyes y Papá Noel sabían que los papás haríamos bien este favor, porque somos las personas que más os queremos, por ello, año tras año, hemos leído vuestras cartas y buscado los regalos con muchísima ilusión para sorprenderos.

El segundo favor, era que mantuviésemos en secreto esta información para vosotros hasta que tuvieses la capacidad de entenderlo, de esta forma, la magia se mantendría durante los primeros años de vuestra vida.

Nos pidieron un último deseo, que intentáramos que compartieseis los regalos con aquellos niños que sus papás no pudiesen hacerles regalos ya que están malitos, no tuviesen dinero, o no pudiesen por cualquier circunstancia.”

Los Reyes y Papá Noel eran muy generosos y querían que disfrutasen todos los niños del mundo como si ellos llegasen a cada casa.

¿Cómo podemos ayudarles ante la nueva noticia?

Les resultará tranquilizador que les digamos que es normal que se encuentren confundidos, o raros. Indicarles que estamos ahí para ayudarles a resolver sus dudas.

Informarles que las navidades no van a cambiar, que van a seguir siendo igual, ya que vosotros seguiréis llevando a cabo los favores que os pidieron.

Debemos intentar no decirles frases como “no te enfades”, “no llores”. Es adecuado que expresen su emoción ante la nueva noticia y que los apoyemos en ese momento.

¿Qué podemos hacer después?

Recordarles que deben mantener el secreto de los tres favores aquellos miembros de la familia que no lo saben todavía, que tienen un papel muy importante ayudando a sus amigos o hermanos a seguir sintiendo la magia.

Intentar vivir las Navidades con la misma ilusión y trasmitirles cómo habéis vivido en años pasados la preparación de esos días, adquiriendo con mucho amor los regalos. Que sientan el mismo cariño familiar.

Ya forman parte del mejor y mayor secreto mágico del mundo. Tan relevante es recibir magia, como poder compartirla.

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