Todo lo que rodea al deportista Rafa Nadal es magia.
Cada competición, cada partido, cada set, cada juego, cada punto, contiene una carga mágica de encantamiento y fascinación.
Pero, ¿dónde reside ese poder?
Dependiendo del énfasis, de la perspectiva y del punto de vista del analizador, el éxito de Nadal dependerá de uno u otro aspecto.
A saber, el cuidado de la dieta, el entrenamiento de su cuerpo, la repetición de golpes hasta conseguir la habilidad en cada toque, el aprendizaje del juego de sus adversarios, rodearse de un equipo maravilloso de profesionales, mantener adecuadas redes sociales, tener una familia estable, una pareja de toda la vida, su historia anterior de aprendizaje y entrenamiento, su hábito de demorar refuerzo, la preparación mental, la adquisición de habilidades emocionales, sus variables innatas biológicas, el lugar de nacimiento, su signo de horóscopo, el destino, la reencarnación de un santo… mil y un elementos desde los que poder explicar su monumental triunfo en el mundo del deporte.
Es evidente que no existe una unicausalidad ni sólo una variable explicativa.
Nadal es un mito y como tal, observando sus conductas, podemos asegurar que es el resultado de un compendio de factores que adecuadamente intervenidos, conllevan a la consecución de sus sueños.
Además de su espectacular cuidado físico, las condiciones innatas, biológicas y los entrenamientos musculares, es esencial el desarrollo psicólogo de unas actitudes mentales que adquiridas conllevan al cumplimiento de las metas propuestas.
Es su mente el verdadero motivo de su éxito.
Es su capacidad de aliento, de ánimo, de entusiasmo, de lucha, de vida, lo que le ha llevado a ganar cada partido.
Nadal aporta “aces” a la Psicología Positiva, demostrando la relevancia de la adquisición de hábitos en la vida tan relevantes como el agradecimiento, la gratitud, la humildad, la relación con los demás, la positividad, la resiliencia y el afrontamiento a las adversidades.
Porque no todo es sonreír, pensar bonito y poner un emoticono divertido.
Para ser grande, para vivir con plenitud y perseguir los sueños, es necesario aprender a resolver las dificultades de la vida, aprender a afrontar situaciones adversas, aversivas o traumáticas.
Encontrar el sentido de cada momento, de cada experiencia y de la propia vida.
Adquirir habilidades y estrategias como postergar las gratificaciones, soportar malestar, afrontar el dolor y resistir ante el sufrimiento.
La resiliencia es clave en el éxito de la vida.
Nadal puede dar buena cuenta de ello.
Personas entregadas a la consecución de sus propias metas, de sus propios sueños, tratando de conseguir por sí mismo y con el acompañamiento de un grupo de personas que suman, el significado de la vida.
La Psicología Positiva nos sigue enseñando que tras el éxito, el poder, el triunfo, el prestigio y la victoria existe una persona que persigue una vida plena, repleta de vivencias y experiencias de todo tipo, de las cuales aprender a partes iguales.
El éxito es real cuando hay esfuerzo, dedicación, ilusión y entusiasmo por aquello que se hace, se piensa, se dice y se siente.
Todo lo que rodea a Nadal es magia. La magia de aprender a vivir desde la auténtica felicidad.
Nadal, un ejemplo a seguir. Un artículo precioso y motivador, que te recuerda el sentido de la vida y las claves del éxito, personal y profesional. Gracias por estos mensajes y por todo.