“Soy psicóloga. Estudié la carrera con mucha ilusión: siempre he querido dedicarme a esto. Me encanta, siento que puedo ayudar, que puedo aportar, soy feliz pudiendo influir de forma positiva en la vida de las personas.
Sin embargo a veces me cuesta saber que hacer. Tengo dudas, y se notan. Se que hay veces en sesión que se han notado: en mi cabeza surgen las interrogantes :”¿será correcto seguir por esta línea?”, “¿qué podría hacer?” “vaya, no le ha servido, hay que proponer un cambio” “¿cómo puede ser que no le haya funcionado?” “¿cómo puedo conseguir que tenga más confianza en mi?”….
Estas dudas y muchas otras me vienen a la cabeza, y quiero solucionarlas. Se que puedo hacerlo, pero a veces me cuesta. Busco soluciones, pero a veces estoy tan metida en mi trabajo que me cuesta ver otras opciones. A veces siento que necesito un guía, un apoyo.
A veces necesito un “lo estás haciendo bien” o un “tu puedes”, otras necesito respuestas para encontrar el diagnóstico certero. En otros momentos me han faltado algunas preguntas, puede que se me haya pasado preguntar por algo importante en la sesión….A veces necesito luz y guía, ayuda para dirigir el paso siguiente, para ganar en seguridad y profesionalidad, para hacer mejor el trabajo que quiero.
Las dudas son buenas para mi trabajo. Me empujan a mejorar. Me ayudan a salir de mi zona de confort, a leer más, a formarme más, a no dar nada por sentado. No hacen que me sienta bien, pero se que son necesarias para mi crecimiento, para ser mejor psicóloga. Para luchar por lo que quiero.
Se que yo puedo ser esa guía, que puedo formarme para serlo, para ayudarme a mi misma. Se que en la formación está la respuesta para avanzar en el camino de mi profesión, para crecer, para dar mi mejor versión, para dar la respuesta más acertada, para aprender más sobre mi misma.
Voy a crear mi mejor versión…y voy a por ello”
Si has tenido sensaciones parecidas a las de nuestra compañera, entrénate en la formación de Rodriguez y Dus.